“El golpe de estado dejó en agonía al sector energético a causa de las pésimas decisiones tomadas durante el gobierno de facto. Hubo baja ejecución presupuestaria en el sector, de apenas 26%; había proyectos exploratorios, de redes de gas, eléctricos, evaporíticos y nucleares paralizados; los niveles de producción de gas cayeron significativamente y también se registró una reducción en los ingresos por la renta petrolera. Además, hubo una serie de hechos de corrupción en nuestras entidades bajo tuición, en las empresas estratégicas del Estado y en las subsidiarias que las dejaron en algunos casos al borde de la quiebra”, remarcó la autoridad.
Ante esa situación, Molina explicó que desde este ministerio se estableció una política energética enmarcada en cuatro pilares de la Agenda Patriótica 2025: 1) la universalización de los servicios básicos mediante la ampliación de redes de gas domiciliario y de la cobertura eléctrica en el país; 2) la promoción de la educación, la salud, la investigación, la ciencia y el desarrollo tecnológico mediante los centros de Medicina Nuclear y Radio Terapia y el Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear; 3) la soberanía sobre nuestros recursos naturales y su industrialización, a través de la producción de urea, cloruro de potasio y carbonato de litio, entre otros; y 4) la sustitución de importaciones, proceso que sigue el Estado Plurinacional con la producción de biocombustibles como el etanol, y que pretende fortalecer con la construcción de plantas para la fabricación de biodiesel y diésel renovable.
Fuente: Energía Bolivia
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