La factura de la luz, por ejemplo, ha sido motivo de gran preocupación, ya que es uno de los factores responsables de la alta inflación en Brasil, que fue del 10,74%, que en los últimos 12 meses la factura de la luz acumuló un alto variación del 31,87%.
Ante este escenario, una buena alternativa para las empresas es invertir en energía solar, que es una fuente renovable cada vez más utilizada en el mundo, junto con tecnologías que contribuyen al aumento de la eficiencia de este modelo. Tanto es así que, según el Ministerio de Minas y Energía, solo en 2020 tuvimos un crecimiento del 66% en la capacidad instalada de energía solar fotovoltaica en Brasil.
¿Y por qué buscar nuevas formas de generar energías alternativas para su empresa? Para no tener que hacer frente a sucesivas subidas de la factura eléctrica en periodos de poca lluvia, por ejemplo, además de obtener bajos costes de mantenimiento y el retorno económico que proporciona la implantación del sistema. Además, al generar su propia energía de forma sostenible, contribuye a la preservación del medio ambiente y consigue transformar su negocio en un modelo empresarial de sello verde.
Además, los aumentos en la factura de la luz afectan directamente los precios de los productos, ya que las actividades relacionadas con la producción industrial, como la fabricación, refrigeración y calefacción, dependen de la electricidad. En otras palabras, como la electricidad es un costo industrial fijo, ese aumento termina siendo pulverizado en la economía brasileña y afecta directamente el bolsillo de las personas.
Incentivos gubernamentales
Hoy en día, existen buenos incentivos del gobierno brasileño para la implementación y uso de la energía solar. A modo de ejemplo, el Gobierno Federal sancionó recientemente el Proyecto de Ley N° 5.829/2019, que establece el marco legal para la micro y mini generación distribuida, conocida como Generación Distribuida, que tiene como objetivo incentivar la instalación de este modelo de sistema de generación de energía en el país. . Además, en los últimos años se ha producido una reducción del valor de los equipos y se ha facilitado la obtención de financiación para su adquisición. En resumen, hoy en día es más fácil para cualquier persona o empresa generar su propia electricidad a partir de fuentes renovables.
Ahorros de hasta un 95%
Como vivimos en una región favorecida por la radiación solar, las inversiones que las empresas realizan en energía fotovoltaica brindan buenos retornos económicos. Cuando se utiliza financiación para instalar un sistema fotovoltaico, por ejemplo, la rentabilidad monetaria se produce entre 5 y 6 años, según el número de cuotas cerradas del préstamo. Este período de recuperación del monto invertido ocurre porque el costo que se utilizó para pagar las facturas mensuales de electricidad termina siendo utilizado para pagar las cuotas, ya que el sistema de energía solar genera ahorros que van del 50% al 95% en el consumo.
La reducción de gastos en la factura de la luz hace referencia al denominado crédito de energía solar, que es un modelo de compensación energética disponible en las instalaciones fotovoltaicas On Grid, un sistema conectado a la red del distribuidor local. En este modelo, cuando la generación de energía solar del establecimiento supera su consumo, se acumulan créditos financieros para ser utilizados en hasta 60 meses. Esto significa que la energía extra generada por las empresas se transfiere a la distribuidora local como un préstamo gratuito, mientras que la unidad consumidora pasa a tener un crédito en la cantidad de energía a utilizar. Es decir, si el uso de energía fue mayor que la producción, es posible utilizar este crédito y consumirlo durante los próximos 60 meses.
Aunque existen algunas dudas sobre la energía solar, es importante destacar que el escenario brasileño está cambiando y, actualmente, el país está en la lista de los 15 países con mayor capacidad de generación solar instalada. Muestra de esa transformación es que el sector registró R$ 52,7 mil millones en nuevas inversiones y abrió más de 300 mil nuevos puestos de trabajo desde 2012.
La energía solar es sostenible
La energía fotovoltaica contribuye a la preservación del medio ambiente, ayudando incluso a reducir la emisión de gases de efecto invernadero en el país, como el CO2 a la atmósfera. Según la Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltaica (Absolar), desde 2012, la energía solar ya evitó la emisión de 12,5 millones de toneladas de CO2 en Brasil.
En resumen, la energía solar es una de las más sostenibles del mundo, ya que es renovable y limpia, ya que no utiliza materias primas escasas en la naturaleza. Este modelo de sistema también contribuye a la reducción de la contaminación acústica, ya que su funcionamiento es silencioso y discreto, evitando así la producción de ruidos desagradables.
Bajo mantenimiento
A diferencia de otros sistemas de generación de energía, el modelo fotovoltaico casi no tiene desgaste mecánico. Los paneles fotovoltaicos tienen una vida útil de alrededor de 25 años y, en la mayoría de los escenarios, deben limpiarse cada seis meses.
Es claro que estamos viviendo un período de transformaciones y que estas están afectando directamente a nuestro entorno. Utilizar un modelo de energías renovables es una acción de conciencia socioambiental y de respeto por el planeta.
Independientemente de que el negocio sea en el ramo de hoteles, gasolineras, restaurantes, salones de belleza, locales comerciales, educación, hospitales o industrias, la energía solar trae importantes beneficios, como la reducción de costos mensuales y hace que estas empresas sean partidarias de la sustentabilidad. .
Con tantos beneficios e incentivos para su adopción, el uso del sistema de energía fotovoltaica en las empresas ya es una realidad y una actitud indispensable para el empresario actualizado de hoy.
Sobre el autor: Guilherme Costa es gerente del segmento de energía solar de Intelbras
Fuente: TN Petroleo