Según investigadores del Cepea, de materializarse las proyecciones de un clima relativamente favorable a inicios de 2022, el aumento de la materia prima utilizada en la fabricación de azúcar y etanol debería redundar en una mayor oferta de ambos productos, en especial de este último.
Los precios atractivos del etanol en 2021, que son récord en términos reales, deberían alentar un aumento en la participación del etanol en la combinación de producción de las plantas. El grado en que esto ocurrirá, a su vez, depende de las expectativas de valores altos continuos para el biocombustible en el mercado interno y el precio del azúcar en el mercado internacional. En cuanto al consumo brasileño de combustibles, incluido el etanol, seguramente será influenciado por las condiciones económicas del país y, en consecuencia, por el poder adquisitivo de la población.
Fuente: TN Petróleo