Bolivia se convirtió en los últimos años en un importador de diésel y gasolina; solo el 2019 gastó en la compra de combustibles 1.500 millones de dólares y hasta octubre de la presente gestión la cifra pasa los 1.100 millones, según el gerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez.
El país se convirtió en un fuerte importador de diésel y gasolina, y el 2019 la compra de combustibles casi llegó a los 1.500 millones de dólares, 900 millones y 500 millones, respectivamente, explicó. A octubre, la compra de diésel llegó a 800 millones de dólares y en gasolina alcanzó a 356 millones, por ello es importante la política de sustitución de importación de combustibles por biocombustibles, señaló Rodríguez.
Combustibles verdes
Un primer paso que se dio para ingresar a la era de los biocombustibles, fue la promulgación de una normativa para la compra de etanol, en 2018, y al año siguiente se anunció la compra de 160 millones de litros a la industria agroindustrial para reemplazar la adquisición de aditivos para la gasolina. Y se ofertó al mercado nacional Etanol 92, que no colmó las expectativas de los consumidores, debido al precio y a la desconfianza del producto.
Fuente: El Diario
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