La empresa de petróleo nacional indicó en un comunicado que la erosión ha alcanzado el sector de Piedra Fina (Napo) y ha desestabilizado la calzada de la carretera que une Quito con Lago Agrio.
Además indicó que junto con OCP y los ministerios de Energía y Recursos Naturales No renovables y el de Transporte y Obras Públicas realizan algunas tareas preventivas. El objetivo es mitigar cualquier afectación a los sistemas de transporte de hidrocarburos.
El jueves pasado (2 de diciembre del 2021), los gobiernos de Ecuador y Estados Unidos firmaron un memorándum de entendimiento. La fin es articular “una cooperación técnica que permita mitigar los efectos de la erosión regresiva en el río Coca y proteger las obras de captación de agua de la central hidroeléctrica Coca Codo Sincalir”.
El documento fue suscrito en un acto protocolario. Por Ecuador firmó el gerente general de Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), Gonzalo Uquillas Vallejo; y por Estados Unidos, el representante del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de ese pías, Adriel McConnell. La erosión regresiva del río Coca inició en febrero de 2020 con el colapso de la cascada San Rafael que limita a Napo y Sucumbíos. Dese ese momento, el fenómeno continúa por cerca de 13 kilómetros.
Hoy, el punto donde se encuentra la erosión está a menos de ocho kilómetros de las obras de captación de agua de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la más grande del país, con 1.500 MW de potencia instalada, y que cubre la demanda del 30% de energía del país.
Fuente: La Hora