El informe, basado en una encuesta nacional de hogares realizada entre mayo y julio de este año, trata sobre el acceso desigual que tiene la población a recursos, a oportunidades, al ejercicio de poder y voz para participar e influir en decisiones que les afectan y a la seguridad humana se ha profundizado.
Antes de la crisis sanitaria, el 62 por ciento de la población era pobre considerando todas estas dimensiones de la vida. Los efectos acumulados de la pandemia dejan ver que esta situación no habría cambiado hasta el año 2021.
Considerando la dimensión de oportunidades, en el segundo trimestre de este año, la mayor parte de los hogares (60 por ciento) todavía no contaba con un ingreso suficiente para cubrir el costo de la canasta familiar.
Fuente: Los Tiempos
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