Impacto. Operador portuario alude que en una sequía de dos a tres meses más se dejará de ‘mover’ más de $us 100 millones por la hidrovía Paraguay-Paraná. Cese de exportación por ruta encarece costo logístico terrestre
La sequía histórica en la Hidrovía Paraguay-Paraná (HPP), la ‘autopista’ fluvial que permite la navegación continua entre puertos de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay, frena la operación de empresas portuarios, industrias del sector oleaginoso y el comercio exterior de Bolivia. La hidrovía, ubicada en el departamento de Santa Cruz, es una puerta hacia el océano Atlántico y una alternativa a los puertos en el Pacífico, principalmente chilenos. Junto al corredor fluvial está el sistema portuario con tres desembarcaderos en operación sobre el Canal Tamengo: Puerto Aguirre, Puerto Jennefer y Puerto Gravetal.

“Desde hace tres semanas se paró la operación porque el nivel del agua en el canal Tamengo está en torno a los 1,5 a 2 metros y en esas condiciones no es adecuado trabajar de forma segura”, afirmó Bismark Rosales, gerente general de Puerto Jennefer, a un medio televisivo de Santa Cruz de la Sierra.

Afirmó que al cesar temporalmente la navegación (estima que este proceso se extienda hasta enero de 2022), Bolivia dejará de movilizar carga de importación y exportación por la HPP. Por esta ruta fluvial se exportan productos derivados de la soya, urea, cemento, cuero, almendra, frejol y, eventualmente, carne bovina al Congo.

Fuente: El Deber

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