Desde septiembre están paralizadas las exportaciones e importaciones y se espera que la época de lluvias reactive las operaciones entre diciembre y enero.
Ante el descenso de las aguas en la Hidrovía Paraguay-Paraná y su efecto negativo en las exportaciones bolivianas, se planteó el uso de nuevas tecnologías como convoyes de barcazas inflables semiautomáticas, impulsadas con energía solar, para garantizar una logística fluvial eficiente en tiempos de bajo calado.

Michel Chaim, presidente de Bionave Navegação SA y socio controlador de Puerto Cáceres (Brasil), sugirió activar estos mecanismos para garantizar la navegabilidad en la hidrovía en tiempos de sequía.

El presidente del Directorio de la Ferroviaria Oriental SA y del Puerto Continental (Quijarro), Carlos Gill, coincidió en que “urge hacer un diagnóstico que promueva políticas tecnológicas de desarrollo portuario, medidas y acciones factibles en el aprovechamiento operativo del transporte acuático de las zonas francas y del puerto para facilitar el desarrollo del comercio exterior”.

Fuente: La Razón

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