Fuente: El Tiempo
El directivo señaló que es preciso trabajar en simultánea en el desarrollo de áreas cercanas a los campos de producción, los yacimientos no convencionales a través del fracking, para lo cual habrá un proceso de aprendizaje en Estados Unidos, y en la exploración off shore, para lo cual se prevé volver a perforar pozos en el 2020 o 2021.
¿Cómo será la distribución de utilidades?
Hemos propuesto a la asamblea de accionistas un dividendo ordinario del 60 por ciento de las utilidades y uno extraordinario del 20 por ciento. El equivalente es de 225 pesos por acción.
¿Cómo se dividen?
En total son cerca de 9,2 billones de pesos. De esto, para los minoritarios son 1,1 billones de pesos y para la Nación, 8,1 billones de pesos. Si la asamblea aprueba la propuesta, los minoritarios recibirán sus dividendos en un solo pago en abril, mientras que la Nación los tendrá a lo largo del año en tres pagos.
¿Por qué no reparten más si las ganancias fueron de 11,2 billones de pesos?
Primero, hay una política, que dice que entre el 40 y el 60 por ciento de la utilidad se puede repartir de manera ordinaria. Y este año estamos yendo al tope de la política.
Primero, los objetivos que nos habíamos fijado al 2020 los cumplimos en el 2018, dos años antes. Segundo, el año pasado terminamos con 14,5 billones de pesos en caja.
En el plan de negocios del 2019 al 2021 vemos la posibilidad de generar 20.000 millones de dólares adicionales en caja (cerca de 63 billones de pesos).
Estas tres condiciones nos llevan a recomendar un dividendo adicional extraordinario del 20 por ciento. Es decir que la gente va a recibir el 80 por ciento de las utilidades.
Pensemos que no hay garantía de que el precio del crudo no se caiga. Si bien el plan está hecho a 65 dólares por barril, en diciembre del año pasado caímos hasta 51 dólares por barril. Hay que ser bastante cuidadosos.
¿Qué prevén para el 2019 en exploración y producción?
El 82 por ciento de la inversión del año va a ir a exploración y producción, es decir, al corazón del negocio.
Necesitamos hacer más sísmica y también estamos tratando de que este año sean más de 17 pozos exploratorios. Y en perforación de pozos de desarrollo, el año pasado fueron más de 500, y queremos terminar con 600 o más. Hace un año, en los primeros tres meses del 2018, teníamos 23 taladros perforando. Hoy tenemos 41 taladros perforando. Hay un incremento de actividad, y a eso le apuntamos.
¿Cuál es la prioridad entre áreas cercanas a campos activos, yacimientos no convencionales con fracking y el off shore?
Los tenemos que seguir trabajando al tiempo, porque algunos funcionarán mejor que otros. Tenemos que seguir encontrando más donde ya producimos, y tiene que ver con mejorar los factores de recobro, básicamente de yacimientos como Castilla, La Cira o Rubiales. Segundo, seguir explorando con sísmica y hacer más pozos. Tercero, en cuanto al off shore, seguimos trabajando en la planeación de pozos y estamos esperando que para el 2020 o 2021 podamos volver a perforar pozos en Colombia y por fuera.
Y en no convencionales, estamos convencidos de que esto da la posibilidad de cerrar las brechas en el país, permite que la gente pueda seguir progresand, y que podamos tener autosuficiencia. Hemos dicho que no hay que hacerlo rápido, sino bien. Estamos esperando el reporte final de la comisión de expertos, y que el Gobierno tome decisiones una vez lo tenga.
¿Cómo iniciarán cuando se formule el plan de acción nacional?
Serán pilotos de industria, y nos interesa entender si esto tiene potencial o no.
En los no convencionales podría haber entre 4.000 y 8.000 millones de barriles en reservas de líquidos y en gas, unos 10 terapiés cúbicos, es decir, entre una y media y dos veces los campos de La Guajira. El gas es un combustible ambientalmente amigable que los colombianos tocamos todos los días.