FUENTE: LOS TIEMPOS
El director de la ABT, Cliver Rocha, informó que el volumen que se logró exportar de manera ilícita en el último operativo alcanza a 631,20 metros cúbicos (m3), un equivalente a 30 camiones que en el mercado asiático tiene un valor cercano al medio millón de dólares, puesto que el precio de dichas especies se valoriza en un 100 por ciento en el mercado externo. Rocha lamentó, además, la participación de funcionarios de la ABT en los municipios de Concepción y San Ignacio de Velasco en este caso de tráfico de madera, cuyo aprovechamiento se incrementó en un 581 por ciento desde 2015, debido a esta actividad ilegal, situación que puede provocar la exterminación de la tipa y el morado. Redes de traficantes “Hay una red interna y externa.
Primero que quienes hacen todo el trámite para la autorización son profesionales técnicos y ellos se encargan de elaborar el CFO (Certificado Forestal de Origen) y de hacer el trámite, vale decir que están vinculados; segundo, generalmente se vinculan también o penetran a las instituciones, a funcionarios tanto para obtener el trámite como para evitar las inspecciones y para pasar por el puesto fijo de control”, explicó el director de la ABT. “Hay una estructura interna de exfuncionarios internos de la ABT que ya se han identificado y están en proceso de investigación”, añadió Víctor Yucra, director general de Desarrollo Integral de Bosques de la ABT, a tiempo de calificar a la Chiquitanía como “zona roja” del tráfico de madera ilegal.
“Esto se origina con algunos malos agentes auxiliares que inflan los volúmenes y abundancia de la especie morado y tipa, aquí se produce la falsedad ideológica en complicidad con algunos funcionarios de la ABT tanto de San Ignacio como de Concepción”, dijo. Documentación falsa Yucra precisó que la intervención permitió identificar el uso de documentación con falsedad ideológica, puesto que, tras una inspección en bosque, se evidenció que la madera que fue autorizada para su aprovechamiento no fue extraída, y que sin embargo el documento fue utilizado para “blanquear madera ilegal”. El funcionario de la ABT indicó también que en la gestión 2018 la extracción de la especie tipa alcanzó los 4 millones de m3, de los cuales el 60 por ciento es de origen ilegal. “Son maderas de alto valor comercial que a este ritmo de producción podemos exterminar la especie, y esa es la principal preocupación de la ABT, evitar la extinción de esta especie”, añadió.
CELEBRAN LA INICIATIVA El gerente de la Cámara Bolivia Forestal (CBF), Jorge Ávila, destacó el accionar de la ABT con la intervención de aserraderos que traficaban con madera. “La CBF es promotora de la legalidad y del uso sustentable de los recursos, por tanto cualquier iniciativa que tienda o promueva a legalizar el aprovechamiento o a generar sustentabilidad es valorado por la CBF”, explicó Ávila. El director de la ABT, Cliver Rocha, precisó que dichas intervenciones no representan una persecución a los operadores del sector forestal, sino que promueven el aprovechamiento legal y sustentable.
El director de la ABT, Cliver Rocha, informó que el volumen que se logró exportar de manera ilícita en el último operativo alcanza a 631,20 metros cúbicos (m3), un equivalente a 30 camiones que en el mercado asiático tiene un valor cercano al medio millón de dólares, puesto que el precio de dichas especies se valoriza en un 100 por ciento en el mercado externo. Rocha lamentó, además, la participación de funcionarios de la ABT en los municipios de Concepción y San Ignacio de Velasco en este caso de tráfico de madera, cuyo aprovechamiento se incrementó en un 581 por ciento desde 2015, debido a esta actividad ilegal, situación que puede provocar la exterminación de la tipa y el morado. Redes de traficantes “Hay una red interna y externa.
Primero que quienes hacen todo el trámite para la autorización son profesionales técnicos y ellos se encargan de elaborar el CFO (Certificado Forestal de Origen) y de hacer el trámite, vale decir que están vinculados; segundo, generalmente se vinculan también o penetran a las instituciones, a funcionarios tanto para obtener el trámite como para evitar las inspecciones y para pasar por el puesto fijo de control”, explicó el director de la ABT. “Hay una estructura interna de exfuncionarios internos de la ABT que ya se han identificado y están en proceso de investigación”, añadió Víctor Yucra, director general de Desarrollo Integral de Bosques de la ABT, a tiempo de calificar a la Chiquitanía como “zona roja” del tráfico de madera ilegal.
“Esto se origina con algunos malos agentes auxiliares que inflan los volúmenes y abundancia de la especie morado y tipa, aquí se produce la falsedad ideológica en complicidad con algunos funcionarios de la ABT tanto de San Ignacio como de Concepción”, dijo. Documentación falsa Yucra precisó que la intervención permitió identificar el uso de documentación con falsedad ideológica, puesto que, tras una inspección en bosque, se evidenció que la madera que fue autorizada para su aprovechamiento no fue extraída, y que sin embargo el documento fue utilizado para “blanquear madera ilegal”. El funcionario de la ABT indicó también que en la gestión 2018 la extracción de la especie tipa alcanzó los 4 millones de m3, de los cuales el 60 por ciento es de origen ilegal. “Son maderas de alto valor comercial que a este ritmo de producción podemos exterminar la especie, y esa es la principal preocupación de la ABT, evitar la extinción de esta especie”, añadió.
CELEBRAN LA INICIATIVA El gerente de la Cámara Bolivia Forestal (CBF), Jorge Ávila, destacó el accionar de la ABT con la intervención de aserraderos que traficaban con madera. “La CBF es promotora de la legalidad y del uso sustentable de los recursos, por tanto cualquier iniciativa que tienda o promueva a legalizar el aprovechamiento o a generar sustentabilidad es valorado por la CBF”, explicó Ávila. El director de la ABT, Cliver Rocha, precisó que dichas intervenciones no representan una persecución a los operadores del sector forestal, sino que promueven el aprovechamiento legal y sustentable.