El Gobierno anunció que potenciará la industria, pero analistas cuestionan la dependencia de la exportación de gas y minerales, que representan el 61% de ventas.
FUENTE: PAGINA SIETE

El presidente Evo Morales planteó el lunes, en su informe ante la Asamblea Legislativa, el reto de la industrialización hacia 2025, una meta que ya se trazó hace 12 años, con el Plan de Desarrollo Económico y Social 2006-2011 y fue ratificada en la actualización del mismo documento, correspondiente a 2016-2025.

En el acápite de Industrialización del documento presentado en 2006 se indicaba: “Para ello (lograr la industrialización) se propone: apoyar y participar junto a la iniciativa privada en los proyectos de construcción de unidades termoeléctricas, plantas de GTL transformación de Gas a Líquidos (obtención de diesel sintético-ecológico)…”. Sin embargo, para el analista económico Armando Álvarez, la economía boliviana todavía depende de la exportación de gas y minerales como materias primas, sin que éstas hayan sido procesadas para obtener un mejor precio en el mercado. “La industrialización es un desafío que debió haberse hecho en la época de la bonanza de las materias primas.

Por entonces, se debió haber destinado recursos y esfuerzos para iniciar un proceso de industrialización serio en el país. Creo que ese es un tema pendiente que es necesario encarar, aunque sea un poco tarde y los recursos ya no sean los mismos que se tenían en la época del boom de las materias primas”, mencionó el economista. Álvarez apuntó que la estructura de exportación del país es mayoritaria en cuanto a productos tradicionales (hidrocarburos y minerales), en tanto que la exportación de los productos no tradicionales aún es mínima. De los 7.281,1 millones de dólares registrados por exportaciones entre enero y noviembre de 2017, la venta de hidrocarburos alcanzó 2.402,8 millones de dólares, que representan el 33% del total de las exportaciones, mientras que la venta de minerales llegó a 2.057,3 millones de la divisa internacional (28,3%), según reporte estadístico del Instituto Nacional de Estadística (INE). Para el analista económico Alberto Bonadona, el proceso de industrialización impulsado por el Gobierno es “anticuado” y le hace falta innovación.

“La industrialización a la que se refiere el Gobierno se la puede calificar de anticuada. Se necesita generar tecnología, innovar sobre esa tecnología y producir con valor agregado para generar empleo”, manifestó. En Política 4: Diversificación de la Producción, del plan presentado en 2006, se afirma: “La estrategia propuesta consolidará proyectos mineros en curso, la puesta en marcha de la infraestructura metalúrgica inactiva, impulso a la instalación de nuevas plantas y desarrollo de proyectos de industrialización”.

No obstante, José Luis Parada, asesor general de la Gobernación de Santa Cruz, opinó que el único proyecto de industrialización que llegó a concretarse durante la gestión de Morales es la Planta de Amoniaco y Úrea. “La planta de úrea es el único proyecto de industrialización, porque los otros simplemente son de transformación. Ya se tenía una planta separadora de líquidos, una más chica; los vaporíticos no sabemos…”, indicó. Asimismo, Parada coincidió al señalar que la economía nacional depende en gran medida de las exportaciones de materias. “Dependemos de las materias primas, porque si hubiera valor agregado no hubiera tenido que caerse tanto el tema de la balanza comercial y los ingresos para las regiones por el IDH”, agregó.

El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, sostuvo que el único modelo industrial del país es el que está en manos de los empresarios privados. “La industrialización que lleva adelante con éxito el país es aquella que nace del esfuerzo privado, la que está incorporando tecnología, la que está ligada al contexto internacional”, dijo. En su opinión, la única forma de generar industria es a partir de la seguridad jurídica y un ambiente favorable para el sector. “Se necesita un entorno de institucionalidad, de normas que promocionen la actividad, necesitamos resguardar el mercado interno como un colchón que sirva para ese propósito. Urgen políticas tecnológicas, incentivos de diferente índole”, añadió. El lunes, como hace 12 años, Morales trazó una “revolución tecnológica”, salud gratuita, educación, empleo e industrialización rumbo a 2025. El mismo discurso, aspectos pendientes Objetivo “Se requiere el cambio del patrón de desarrollo primario exportador, que se caracteriza por la explotación y exportación de recursos naturales sin valor agregado, y de la constitución de un nuevo patrón que consiste en la agregación de valor y la industrialización de los recursos naturales renovables y no renovables”, decía el Plan 2006-2011.

Repetición “El Modelo Económico Social Comunitario Productivo postuló el cambio de la matriz productiva primaria exportadora del país hacia la producción con mayor valor agregado a tiempo de satisfacer el consumo interno primero y luego la exportación”, se lee en el Plan de Desarrollo Económico y Social 2016-2002 que fue publicado hace dos años. La Conamype anuncia que no podrá pagar el doble aguinaldo Ante el anuncio del presidente Evo Morales respecto a que este año es casi un hecho que se pagará el segundo aguinaldo, Teodoro Chambi, presidente de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), adelantó que su sector no está en condiciones de cumplir con ese beneficio. “No es una situación que la estemos tomando con calma porque estamos hablando de casi un año (de trabajo). Pero lo que sí estamos conscientes y seguros es que si las cosas marchan como estaban los años anteriores, tampoco vamos a poder pagar el segundo aguinaldo que está anunciando el Gobierno”, afirmó. Además, el representante de los pequeños empresarios añadió que si el Gobierno dispone el pago del bono a la productividad, su sector tendrá que verse obligado a negociar una solución con las autoridades.

“Como nuevo directorio se tendrá que ver alternativas para buscar alguna solución, alguna salida con el Gobierno, tiene que ser así, solos no vamos a poder pagar”, apuntó Chambi. Por su parte, Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), sostuvo que no todas las empresas estarán en condiciones de cancelar el pago del bono y lo mejor sería que el Gobierno busque otro tipo de incentivos para el bien de los trabajadores. “Cuando se trata de un pago que viene impuesto por la autoridad, eso puede afectar a las compañías que no crecen como crece la media del PIB, es decir, un 4,5%. Hay empresas que crecen menos, otras que no crecen y otras que decrecen”, advirtió.