En el mismo periodo, en Argentina o Brasil, el nivel de pozos perforados fue de entre 800 y 1.500. Analistas consideran que en Bolivia se hizo poco.
Página Siete /La Paz
 
Entre 2006 y octubre de 2016, YPFB Corporación, sus subsidiarias y operadoras privadas concluyeron la perforación  de  45 pozos exploratorios, muy por debajo de otros países, según se desprende de un informe de la  Dirección Técnica de Exploración y Producción  de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).
 
De acuerdo con la información del ente regulador, en el país se perforaron en promedio por año  entre dos y siete pozos. El único año que se alcanzó una decena fue en 2014 (ver gráfica).
 
Mientras que en Brasil o Argentina, según la ANH a base de datos  oficiales de cada país, se perforaron, en el periodo citado anteriormente 1.581 y 881 pozos, respectivamente, lo que significa un promedio de  100  por año.
 
El exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos  y el experto Bernardo Prado  coincidieron en afirmar que las actividades exploratorias en Bolivia  son distintas de la de los países vecinos  y que no son comparables por las características geológicas y económicas de cada uno.
 
No obstante, ambos analistas observaron que las tareas exploratorias que se vienen ejecutando son mínimas y que el Gobierno debe prestar atención, con el fin de reponer las reservas de gas  que se consumen.
 
"La actividad exploratoria en Bolivia no está teniendo la importancia ni se le está destinando los recursos necesarios  debido a diversos factores, entre ellos a que la exploración en Bolivia es de altísimo riesgo y a la cual no le está dando la trascendencia necesaria”, recalcó Prado.
 
Agregó que este  tema  siempre fue una piedra en el zapato del Gobierno. En su criterio,  si las empresas operadoras no invierten en exploración, los que deberían asumir ese reto  son  YPFB o sus subsidiarias  Chaco y Andina.
 
 En marzo pasado, la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE) reveló  que de 10 pozos petroleros perforados en 2016, el 70% presentó resultado negativo o seco, es decir que sólo en tres se tuvo éxito.
 
La presidenta de la institución, Claudia Cronembold, mencionó que para el anterior año se preveían 16 pozos exploratorios, de los cuales se concluyeron 10 y de esa cantidad tres fueron positivos.
 
 
Las inversiones
 
En 2016, de acuerdo con el informe del Banco Central de Bolivia titulado  Avance de Cifras del Reporte de Balanza de Pagos y Posición de Inversión Internacional 2016, la inversión en el sector hidrocarburos disminuyó  de 736 millones de dólares, registrados en 2015, a 406 millones de dólares, en 2016, lo que significó un 44,8% menos.
 
   Paralelamente, en 2015 el Gobierno aprobó la Ley de Incentivos (767) y otras normas complementarias con el fin de atraer inversiones para la exploración y explotación de hidrocarburos.
 
Sin embargo hasta julio, el Ejecutivo acumuló 168 millones de dólares del 12% del  Impuesto Directo a los Hidrocarburos  (IDH).
 
 Estos recursos  no fueron ejecutados por la falta de certificación de los datos de producción sujeta a incentivo, que debía ser remitida por la ANH al Ministerio de Hidrocarburos.
Promesas
 
A fines de agosto, el vicepresidente Álvaro García Linera anticipó  que entre 2017 y 2021 las actividades de exploración y desarrollo serán una prioridad, para las cuales se invertirán 6.221 millones de dólares.
 
Los recursos serán destinados a 12 proyectos que tienen un potencial de 17 trillones de pies cúbicos (TCF), que    permitirán al país   incrementar las reservas, la producción y garantizar ingresos.
 
Las áreas que se priorizarán son Patujú, Río Grande, Yarará, Villamontes, Sipotindi, Cararanda Profundo, Okinawa, Guanacos, Boicobo Sur, Boyuy, Iñiguazu y  Tacobo – X1001ST.
 
El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, anticipó antes  que   YPFB  cuenta con  una carpeta de 35 proyectos de exploración hasta 2025, pero que  debido a la baja en los precios del petróleo  se  decidió priorizar la ejecución del 20%, entre los que se encuentran los de  mayor volumen y que darán resultados en el corto plazo, entre 2018 y 2020. Esto como parte de la reingeniería en la estatal.