En el proceso que tardó ocho meses la ONU asegura que recibió 8.112 armas de la guerrilla.
ELPAIS.COM

Desde hace 15 días los habitantes de los pueblos más escondidos y abandonados de Colombia ven pasar camiones blancos de la ONU por sus maltrechas carreteras de tierra y piedra. Están llenos de fusiles, pistolas, lanzagranadas. Son las armas individuales con las que la guerrilla de las FARC se alzó contra el Estado hace más de medio siglo. Por esos mismos caminos, los ahora excombatientes transitaban para resguardarse en la profundidad de las montañas. Esta vez, el viaje de este material bélico no tiene retorno.

Lea la noticia>