Casi cuatro años después de haberse suspendido el proyecto para realizar una línea de transmisión de energía de 500 kilómetros, de los cuales 130 serían submarinos, para interconectar los mercados eléctricos de Colombia y Panamá, el país vecino está volviendo a retomar la iniciativa, pero con una motivación y bajo un entorno bien diferente frente a hace unos 10 años, cuando surgió la idea.