El sistema fotovoltaico desarrollado por el Centro Suizo de Energía Renovable Alpina (SERA) garantiza el rendimiento de los paneles ante fuertes nevadas. En países como Suiza, donde los inviernos llegan con abundantes nevadas, la pérdida de eficiencia energética se había convertido en uno de los principales obstáculos para el desarrollo de las energías renovables. Frente a este desafío,
el Centro Suizo de Energía Renovable Alpina (SERA) presentó un sistema fotovoltaico capaz de mantenerse operativo incluso bajo condiciones de nieve extrema, gracias a un diseño térmico y estructural que evita la acumulación de hielo en los módulos.

La investigación, publicada en Journal of Cleaner Production, detalla un nuevo tipo de panel con mayor resistencia al clima extremo. Uno de sus elementos clave es la superficie fototérmica híbrida, que absorbe parte de la radiación solar para calentar levemente el módulo y derretir la nieve sin necesidad de energía externa.

Hasta ahora, los paneles tradicionales dejaban de funcionar cuando la nieve cubría los módulos e impedía que la radiación llegara a las células fotovoltaicas, lo que provocaba caídas drásticas en la eficiencia.

Sin embargo, según datos del SERA, los paneles experimentales instalados en el cantón de Valais, en los Alpes suizos, mantuvieron una operatividad del 95% tras intensas nevadas, sin intervención manual y sin pérdidas significativas de rendimiento.

El proyecto Helioplant, se encuentra a una altura de 2.850 metros sobre el nivel del mar en el Tiefenbachgletscher, Sölden. Otro aspecto clave del sistema es su estructura inclinada con ángulos dinámicos, que permite modificar la orientación para evitar la acumulación de nieve y facilitar su deslizamiento. Esto se complementa con revestimientos hidrofóbicos que impiden la adhesión del hielo y favorecen el escurrimiento del agua derretida.

Este avance abre una nueva perspectiva para las regiones alpinas y nórdicas, y porqué no patagónicas, donde la radiación invernal es limitada y la energía solar resulta esencial para la transición ecológica. Entre sus mayores ventajas se destaca el bajo mantenimiento: al eliminar limpiezas frecuentes o sistemas de calefacción activos, los costos administrativos disminuyen y los mecanismos pasivos como el calor solar y la gravedad reducen la huella de carbono del propio sistema.

Suiza evalúa incorporar esta tecnología en proyectos alpinos dentro del programa Net Zero 2050, con el objetivo de diversificar la producción energética y reforzar la autosuficiencia eléctrica mediante instalaciones adaptadas a la orografía local. La innovación también podría aplicarse en parques solares de gran escala, donde garantizar la continuidad operativa resulta estratégico.

Innovación con beneficios múltiples

Otro de los modelos experimentales que buscan potenciar el sistema solar alpino proviene de la École Polytecnique Féderale de Lausanne( EPFL) y del Instituto WSL de Nieve y Avalanchas, junto con la empresa Ehoch2. Su propuesta se centra en un sistema vertical de multi cara denominado “Helioplant” que incorpora paneles orientados en distintas direcciones con el fin de aprovechar la reflectividad de la nieve.

La investigación se orienta al modelo “Snowbedfoam”, una simulación que analiza el comportamiento del viento, orientación y distancia del suelo en relación con la nieve. Los resultados demuestran que elevar los módulos unos 60 centímetros y alinearlos con los vientos predominantes reduce la acumulación de nieve.

Fuente: Río Negro