El encuentro reunió a 17 países para debatir cómo avanzar hacia sistemas eléctricos más seguros, interconectados y eficientes, con foco en regulación común, infraestructura y financiamiento.
Representantes de gobiernos, empresas eléctricas, reguladores y organismos multilaterales de 17 países de América Latina y el Caribe participaron en la III Jornada de Integración Energética Regional, organizada por la Comisión de Integración Energética Regional (CIER) en Asunción, Paraguay. Uruguay estuvo presente a través de la directora de UTE, Ximena Caporale, el gerente general, José Alem, y el gerente de Transmisión, Daniel Castagna.

El encuentro se centró en los desafíos que enfrenta la región para consolidar redes eléctricas más resilientes y coordinadas, especialmente frente a los apagones registrados recientemente en distintos países. También se analizaron los avances en proyectos de interconexión, como el sistema SIEPAC en Centroamérica y la línea Colombia–Panamá, además de nuevas oportunidades en el Cono Sur. Otra de las grandes preocupaciones planteadas fue la necesidad de armonizar marcos regulatorios para habilitar intercambios energéticos estables y eficientes entre países, así como asegurar financiamiento para obras de infraestructura, digitalización y transición energética. En ese punto, organismos como el BID, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y FONPLATA presentaron herramientas de apoyo específicas.

La actividad combinó exposiciones con dinámicas de trabajo colaborativo. En las mesas regionales se repasaron los avances de los últimos dos años, entre ellos la aprobación de un segundo circuito para el SIEPAC y acuerdos bilaterales entre países como Perú y Bolivia, Ecuador y Perú, y Colombia y Panamá. No obstante, la falta de reglas comunes y la debilidad de ciertas infraestructuras continúan siendo obstáculos para una integración plena. Paralelamente, las mesas temáticas —dedicadas a política, regulación, operación y planificación de largo plazo— identificaron acciones para mejorar la coordinación entre países, fortalecer la gobernanza compartida y optimizar la operación de los sistemas eléctricos con el fin de reducir costos a los consumidores.

Entre las recomendaciones finales se destacó la necesidad de avanzar en una planificación regional conjunta que haga visibles los beneficios sociales, económicos y ambientales de la integración. También se planteó acelerar la armonización regulatoria para facilitar el comercio eléctrico y promover la competencia, así como consolidar alianzas institucionales que eviten la duplicación de esfuerzos y agilicen la toma de decisiones gubernamentales.

La participación de UTE fue señalada como un aporte relevante para consolidar el liderazgo uruguayo en materia de energías renovables, gestión flexible de redes y calidad de servicio, en un momento en que la cooperación regional aparece como una pieza clave para garantizar seguridad energética a largo plazo.

Fuente: Infonegocios