El mercado brasileño del biometano, un gas renovable idéntico al gas natural, que puede utilizarse tanto en vehículos como en la industria, como el gas natural vehicular (GNV), se encuentra en un período de optimismo. La publicación del decreto que regula la Ley del Combustible del Futuro está impulsando al sector y debería estimular la inversión. Uno de los mayores productores de biometano de Latinoamérica, Gás Verde, propietario de la planta ubicada en el Relleno Sanitario de Seropédica, que recibe residuos de Río, planea aumentar su producción de 160.000 metros cúbicos por día (m³/d) a 650.000 m³/d para 2028, con nuevas plantas en seis estados.
El director general de la empresa, Marcel Jorand, explica que la compañía espera ampliar el suministro de biometano a otras regiones y apoyar la transición energética de las industrias y el transporte por carretera en el país. "También estamos listos para apoyar al sector del gas natural fósil en el cumplimiento de los objetivos establecidos por la ley de Combustible del Futuro, ya sea con biometano certificado o con el CGOB (Certificado de Garantía de Origen para Biometano)", afirma.
La nueva regulación prevé la adición de biometano al gas natural en el país —en un modelo similar a la mezcla de etanol anhidro en gasolina—, comenzando con un 1% en 2026 y alcanzando así el 10%.
"Además del biometano, pronto comenzaremos a producir CO2 verde a partir de la corriente de biometano, completando así un ciclo de circularidad completo", afirma Jorand. Gás Verde suministra biometano a grandes industrias como Ambev, Saint Gobain y Nestlé, entre otras. El CO2, por otro lado, se utiliza principalmente en la industria de bebidas.
"También suministramos vehículos y flotas a empresas como el Grupo L'Oréal, para el que instalamos el primer punto de repostaje dedicado a toda la flota de la compañía, lo que facilita la descarbonización del transporte", añade Jorand. La presidenta de la Asociación Brasileña de Biogás (ABiogás), Renata Isfer, destaca que la licitación pública de Petrobras, lanzada en enero, para el suministro de 600.000 m³/d de biometano atrajo un gran volumen de ofertas, lo que demuestra el interés de los inversores.
Explica que Brasil cuenta actualmente con una capacidad instalada de producción de biometano de 1 millón de m³/d, pero el potencial a corto plazo es de hasta 34 millones de m³/d: "Podemos multiplicarla por ocho en tan solo cinco años".
Según Isfer, la mayor parte de este crecimiento provendrá del aprovechamiento de residuos de la producción de azúcar y etanol, cuya descomposición genera biogás. "Además de ofrecer un mayor potencial de uso energético, la mayor parte de la producción de caña de azúcar se concentra en São Paulo, donde se encuentra la mayor demanda, con clientes industriales que buscan la descarbonización", explica el presidente de ABiogás, quien añade: "Aquí también se concentra la mayor infraestructura para el transporte y la distribución de biometano".
Falta de gasolineras
Para que las expectativas se materialicen, aún será necesario superar algunos desafíos, como la instalación de gasolineras, afirma Isfer. El operador de gasoductos TBG está desarrollando un proyecto de centro de biometano para aumentar el suministro de este biocombustible. Dado que el biometano es idéntico al gas natural, puede inyectarse en gasoductos.
Según Jorge Hijjar, director general de TBG, el plan es construir uno o dos centros, cada uno con una capacidad de 200.000 m³/día. "El transporte puede realizarse mediante camiones cisterna de GNC (Gas Natural Comprimido), GNL (Gas Natural Licuado) o mediante una conexión entre el centro y la red de gasoductos", añade.
Fuente: RPA News