Anapo, a través de su presidente Abraham Nogales, expresó su preocupación por la incertidumbre en el abastecimiento de combustible que afecta al sector agrícola. La entrega de diésel oíl para pequeños productores, pero principalmente del diésel ULS destinado a medianos y grandes productores que retiran de forma directa de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que hace más de un mes se ha paralizado.
Nogales advierte que esta situación crítica pone en riesgo la producción de 350 mil hectáreas de soya ya sembradas en el norte integrado, cuya cosecha debe comenzar en octubre y que representa una inversión de 300 millones de dólares. Además, está afectando el inicio de labores agrícolas de preparación de suelos para la campaña de verano 2025-2026, la más importante del país, cuando se proyecta sembrar 1,5 millones de hectáreas con cultivos de soya, maíz y sorgo, con una inversión estimada de mil millones de dólares.
Fuente: El Diario
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