“Bolivia: el país que vende su valioso oro por dar gasolina barata”, sostuvo el economista Fernando Romero, en su artículo sobre el movimiento que se registra en el mundo, cuyas compras incrementaron el precio del metal en el mercado internacional.
“La gran mayoría de los países del mundo, sobre todo los emergentes, están comprando oro a pesar de su costo elevado (3.600 usd/ot). Todo con la finalidad de fortalecer y proteger sus economías ante las tensiones e incertidumbre geopolítica, y a posibles shocks externos que devalúen sus monedas, inversiones y otros activos”, señala Romero.
En cambio, Bolivia debe ser uno de las pocas naciones del planeta que en esta coyuntura está vendiendo sus reservas de oro o hipotecando las mismas para obtener dólares e importar carburantes y pagar la deuda externa. “Con el riesgo de perder nuestro oro si es que no se paga oportunamente al inversionista internacional que nos prestó dinero. Literalmente, todas estas acciones, es como quitarle cada vez una vértebra a nuestra columna, un negocio muy peligroso para nuestra economía”, reflexionó.
Fuente: El Diario
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