La crisis de combustibles en Bolivia se profundiza. En Cochabamba, transportistas pasan la noche en los surtidores; en Guarayos, denuncian a militares por favorecer a terceros; y en el norte paceño, videos muestran cómo cisternas terminan en el mercado negro de Mapiri y Guanay. La escasez no cede y la incertidumbre crece.
Las filas de vehículos pesados en el surtidor Calacala, en la avenida Simón López de Cochabamba, se extienden por cuadras enteras. Son camiones que llegan de madrugada y cuyos choferes deben pasar la noche en sus cabinas para asegurarse un lugar en la cola.
Fuente: El Deber
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