La persistencia de filas para adquirir diésel responde, en gran medida, al acopio excesivo que realizan sectores como el agropecuario, minero y de transporte, que almacenan volúmenes significativamente mayores que los usuarios de gasolina. Mientras estos últimos suelen guardar entre 20 y 40 litros, los acopios de diésel pueden alcanzar hasta 20.000 litros, generando una sobredemanda que complica el normal abastecimiento.
“Mientras que una persona común guarda entre 20 y 40 litros de gasolina, en el caso del diésel los acopios alcanzan hasta 20.000 litros. Esta situación genera una sobredemanda que agrava el abastecimiento, especialmente en contextos donde la logística se encuentra al límite”, afirmó el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, citado en un boletín institucional.
Fuente: El Día
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