La escasez del carburante genera una parálisis en la logística agrícola. Ante esta situación, actores del sector productivo advierten una escalada inflacionaria, debido a la falta de garantías por parte del Estado para asegurar un suministro fluido del insumo
Se vienen días más duros. A 72 horas de que el presidente Luis Arce, admitiera que su gobierno no puede garantizar el abastecimiento de combustibles, como gasolina y diésel, productores agrícolas anticiparon una escalada de precios que repercutirá en el bolsillo de la población, que durante el primer semestre de este año soporta una inflación acumulada de 15,53%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La proyección del alza de precios no es un simple discurso. La actual escasez de combustible retrasa toda la logística de producción, transporte y distribución de alimentos. Por ejemplo, según un reporte de la Asociación de Fruticultores y Horticultores de Santa Cruz (Asofruth), los productores de los valles llevan tres meses sin recibir un suministro regular de carburantes. En promedio, deben esperar entre dos y tres días para abastecerse.

Fuente: El Deber

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