La descarbonización de la matriz energética involucra a varios actores, con una gama de combustibles y energías renovables que contribuyen a la reducción de gases de efecto invernadero.
Uno de ellos es el biometano, que puede utilizarse como sustituto del gas natural o mezclarse con él, reduciendo la huella de carbono y, combinado con otras fuentes bajas en carbono, representando el futuro de la energía. Esta es la opinión de Giovane Rosa, CEO de Gás Orgânico, una firma de consultoría y desarrollo de negocios especializada en biogás y biometano. En una entrevista con el estudio Axis durante EVEx 2025, el ejecutivo también destacó el gran potencial del sector del azúcar y el etanol para los combustibles renovables.
"El biometano no es la salvación, no es la solución milagrosa, no es la única solución en términos de descarbonización que ayudará a resolver todos nuestros problemas, pero sí juega un papel muy importante", afirmó. Según Rosa, el futuro será un futuro energético ecléctico, con diversas formas y fuentes.
"Estamos analizando esto con gran atención, sin perder de vista el presente. El presente está vinculado al biometano en casi todas las agendas, pero debemos reconocer que hay un paso más allá". El director ejecutivo de Gás Orgânico aboga por la producción de hidrógeno a partir de biogás, lo que representa un avance en la producción de combustibles verdes, con la producción de nuevos elementos similares al petróleo y sus derivados.
Otro punto destacado es la asociación entre la producción de biofertilizantes y la producción de biogás. Según Rosa, estos productos podrían ayudar a Brasil a reducir su dependencia de fertilizantes extranjeros. Actualmente, el país importa alrededor del 85 % de su consumo.
Fuente: Axis