Hay tregua, pero una escalada del conflicto entre Irán, Israel y EEUU encarecería la compra de carburantes, elevaría el déficit, la inflación y el desempleo, según analistas.
El Gobierno necesita 1.800 millones de dólares para importar combustibles, pero si el conflicto en Oriente Medio escalara a un conflicto armado de gran envergadura, el precio del petróleo se disparará y encarecerá más no solo en Bolivia, sino en el mundo entero. Además, una energía más cara también puede provocar inflación y crisis económica mundial, escasez y alza de precio de los granos, advierten expertos.

El crudo es el producto más sensible en medio de la tensión desatada entre Irán, Israel y Estados Unidos, que amenaza la paz mundial, y su cotización es volátil, ya que, en cuanto Donald Trump anunció una tregua al fuego, bajó a 65 dólares el barril (WTI referencia para Bolivia).

Fuente: Visión 360

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