Los precios del petróleo en el mercado internacional experimentan un auténtico tobogán, de alzas y bajas en menos de una semana, luego de la escala bélica mundial entre Israel, Irán y Estados Unidos, países de alto poderío armamentístico que se han mostrado los dientes en las últimas semanas.
Antes de los ataques de Israel sobre Irán el 13 de junio, el barril de petróleo WTI se sostenía a la baja en US$60, pero una vez se conocieron las imágenes de los bombardeos, el precio se disparó por encima de US$70, y en esta, la última semana de junio, la noticia es la caída de 12% desde la apertura de mercado, luego del ataque de Estados Unidos sobre instalaciones nucleares de Irán.
Es bien etéreo el panorama de los precios, máxime cuando Teherán amenazó con el cierre del estrecho de Ormuz, por donde circula 25% del petróleo y 20% del gas natural que se consumen en el mundo. Pero lo más curioso es que, muy a pesar de los pronósticos apocalípticos, tanto el gas como el petróleo experimenten al comienzo de la semana precios bajos, mas no definitivos.
Por ahora, el cierre del estrecho de Ormuz está descartado por la intermediación de China ante Irán, ya que sería el gran perjudicado; no se puede desconocer que el mayor proveedor de petróleo de la segunda economía global es Irán y que directamente sería el más perjudicado. Tanto el Brent como el WTI terminaron con descensos cercanos a 7%, el primero a US$71 y el segundo casi a US$60.
Lo que ocurre en estos momentos son precios de tregua a los que hay que ponerles atención y que están beneficiando a países como Colombia, que están por fuera de la Otán, y que tienen en Estados Unidos su principal mercado de venta de hidrocarburos, al exportar unos 700.000 barriles de los 800.000 de los que produce diariamente.
En el último marco fiscal de mediano plazo, el Gobierno Nacional ha hecho cuentas de barril de petróleo exportado en torno a los US$55, costo de venta que lejos del costo de producción de Ecopetrol que podría estar en unos US$40.
Para las cuentas de la estatal petrolera, de vender durante este segundo semestre crudo cercano a los US$80 es una muy buena noticia que puede reflejarse en la expectativa que tienen los tenedores de acciones tanto en la Bolsa de Valores de Colombia como en Wall Street, de $2.000 y US$10, valores levemente por encima del precio histórico.
Ecopetrol le aporta aproximadamente 2% al PIB, los ingresos fiscales del Gobierno dependen de los impuestos que pague la estatal y de la distribución de dividendos, además las exportaciones de petróleo y derivados son una tercera parte del total de ventas colombianas al exterior.
En cuentas a mano alzada, por cada dólar que suba el barril de petróleo, a Ecopetrol le puede representar unos US$16 millones adicionales, ahora bien, la Compañía no se puede sentar a esperar que el conflicto arrecie o que Irán cierre el estrecho de Ormuz, la idea es que entienda que debe reforzar la exploración de gas y petróleo, aumentar la producción y exportar a un precio que es probable no vuelva a presentarse en el mercado.
No hay una bonanza petrolera a la vista en medio del conflicto armado en Medio Oriente, lo que hay es un papel menos relevan del petróleo en el concierto internacional, por lo que se debería aprovechar este momento para vender una materia prima que paraliza el mundo, pero que cada vez más se puede suplir.
Fuente: La Republica