Largas filas de camiones y tractores se han vuelto una escena habitual en los municipios productivos del Norte Integrado de Santa Cruz. En Fernández Alonso, la situación es crítica: los productores llegan a pasar hasta cinco días en fila para conseguir diésel, un insumo esencial para la zafra cañera, que permanece paralizada por la escasez del carburante.
El Deber recorrió la región del Norte Integrado y graficó cómo tractores, motocicletas, camionetas y camiones esperan por horas, bajo el sol, con la esperanza de acceder a un poco de combustible.

Pero no solo los vehículos hacen fila. Turriles azules y bidones también ocupan lugar, algunos atados con sogas, otros arrastrados por carretillas. En ellos se intenta acopiar la mayor cantidad posible de diésel para alimentar tractores, bombas de agua, generadores y otras maquinarias esenciales para las labores agrícolas.

Fuente: Correo del Sur

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