Largas filas de camiones y tractores se han vuelto una escena habitual en los municipios productivos del Norte Integrado de Santa Cruz. En Fernández Alonso, la situación es crítica: los productores llegan a pasar hasta cinco días en fila para conseguir diésel, un insumo esencial para la zafra cañera, que permanece paralizada por la escasez del carburante.
El domingo, la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) anunció la llegada de 41 millones de litros de combustible, entre gasolina y diésel. Sin embargo, este alivio podría ser momentáneo. Ayer, el presidente de la empresa, Armin Dorgathen, advirtió que el costo de importación de combustibles líquidos podría incrementarse debido al conflicto bélico entre Israel e Irán.
Fuente: El Deber
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