Esa abrupta caída tiene varias explicaciones, según Luis Fernando Mejía, director de Fedesarollo, uno de los conferencistas en el Congreso de Acolgen que se realiza en Bogotá.
“Hay temas estructurales y coyunturales”, manifestó Mejía, al señalar que hay una sumatoria de circunstancias que ejercen presión para que se de la situación crítica “En la actividad exploratorio, el factor de éxito es solo de 23 %, mientras que el promedio en el mundo es de 44 %”.
En consecuencia, es evidente la disminución de la exploración, lo que, sumado a todas las demás variables que amenazan el gas, podría haber un desabastecimiento. “En 2024 los pozos sumaron 34, lo que es menos de una cuarta parte de lo que se exploraba a comienzos de la década cuando eran de 110-130 pozos”.
Momento crítico En l 2025 podría pasar de agache, pero a finales de 2026 y comienzos de 2027, se podría complejizar la situación sino se toman las medidas a tiempo. “Colombia va a tener que seguir importando gas para abastecer la demanda. Incluso importando y usando toda la capacidad instalada va a haber problemas de abastecimiento en 2027; en 2031 no habrá para abastecer al país”, dijo Mejía.
Fuente: Semana