Los contratos de petróleo más líquidos cerraron a la baja este martes (16), en medio de preocupaciones sobre el ritmo de reapertura en China y la desaceleración de la economía de Estados Unidos. La materia prima incluso operó en alza, apoyada ocasionalmente por el aumento en la proyección de la demanda global de la Agencia Internacional de Energía (AIE).
El crudo WTI de junio cerró con una baja del 0,35% ($0,25) a $70,86 el barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), y el Brent de julio cayó un 0,42% (US$0,32), a US$74,91 el barril, en la Bolsa Intercontinental (ICE) .

El petróleo comenzó el día en lo alto y extendió las ganancias con la revisión de la demanda global de la AIE, que elevó su proyección para 2023 en 200.000 barriles por día, a 2,2 millones de bpd.

Según la agencia, la demanda de petróleo en China avanza a un ritmo más fuerte de lo esperado, lo que amenaza con endurecer los mercados de materias primas e impulsar los precios, ya que la oferta muestra dificultades para seguir el ritmo del consumo.

El movimiento, sin embargo, duró poco, pesando sobre las negociaciones datos macroeconómicos de China y Estados Unidos, lo que sugiere una desaceleración en las dos economías más grandes del planeta.

En el gigante asiático, los datos de producción industrial y las ventas minoristas quedaron muy por debajo de las estimaciones del mercado y, en la evaluación de Commerzbank, abren espacio para una relajación en la política monetaria del país, a medida que aumenta el riesgo de deflación.

Para TD Securities, la fortaleza de la recuperación de la demanda china aún no está clara, derribando las expectativas en el mercado de materias primas, mientras que el sector de refinación del país continúa produciendo productos a un ritmo acelerado.

Estados Unidos también vio un progreso más débil de lo esperado en la producción industrial y las ventas minoristas, pero los datos dieron la voz de alarma sobre un escenario de caída del consumo en medio de una inflación persistente, según los analistas.

Además, los inversionistas están monitoreando el punto muerto sobre el techo de la deuda de EE.UU. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y los líderes del Congreso se reunieron en la Casa Blanca para discutir el tema.

El analista de Oanda, Edward Moya, dice que los inversores en energía no confían en comprar crudo debido a problemas relacionados con el contexto económico mundial. "En este momento, todavía hay mucho petróleo disponible y no vemos factores desencadenantes significativos que hagan que el mercado esté ajustado en el corto plazo", señala Moya.

Proyecta además que el inicio de la reposición de las Reservas Estratégicas de Petróleo (SPR) de EE. UU. debería brindar algún apoyo para los precios en torno al nivel de $ 68-70 por barril.

Fuente: Estadão Content