“Una de las políticas de nuestro presidente, Luis Arce, es la sustitución de importaciones y con la urea logramos eso (…). Hasta 2016, toda la urea que consumía el país era importada y los volúmenes eran bajos, en 2017 hubo un mayor consumo de urea, esto quiere decir hectáreas que cosechan alimentos y son fertilizadas con el producto, pero en 2022 logramos un hito y sustituimos casi en su totalidad las importaciones con un consumo de más de 66 mil toneladas métricas de urea en Bolivia y todas producidas en nuestra planta”, precisó el presidente de YPFB.
Dorgathen hizo énfasis en la importancia del fertilizante para garantizar la seguridad alimentaria en el país. Además, abordó la posibilidad de la construcción de una segunda planta ante la alta demanda internacional del producto boliviano y los óptimos ingresos por la exportación del mismo. “Si queremos una segunda planta de urea, tenemos que revertir la curva de producción de gas natural, declinación que data desde 2015 (…) y para cambiar esto se requieren trabajos en exploración y explotación de campos. De los USD 668 millones que vamos a invertir, más de la mitad están destinados a la exploración de hidrocarburos”.
Fuente: Energía Bolivia
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