Ayer en Brasilia el ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, junto con el canciller brasileño Mauro Vieira acordaron reforzar la integración física entre ambos países mediante el desarrollo de la hidrovía Uruguay-Brasil y la construcción de un nuevo puente sobre el río Yaguarón.
“Para mí no es ninguna sorpresa. Además, lo había pronosticado, porque sobre estas cosas había conversado con Lula, incluso en mi casa. Estaba (Marcelo) Abdala (presidente del PIT-CNT), hablamos de la integración y sobre la responsabilidad que tenía Brasil, porque tiene fronteras con casi todos los países del sur, salvo Chile, y no sé si es el hermano, pero que es el mayor es el mayor, por lo tanto, es el que da el juego y lo que asuma es decisivo para toda América Latina y tiene que ver con la energía eléctrica, con la infraestructura, con regularizar las normas de comercio”, indicó.
En este sentido, contó que la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) “está pidiendo línea, hacer un estudio para armonizar las cuestiones comerciales, las barreras, sobre todo para la industria alimentaria”.
“Brasil tiene voluntad política. Acá, como hay razonamientos con estereotipos, veladamente estaban deseando que ganara (Jair) Bolsonaro, porque tienen un balde metido en la cabeza y en realidad es mucho más abierto Lula que tiene conciencia de la importancia de la política internacional para el propio desarrollo de Brasil. Vamos bien y rápido”, detalló.
Consultado sobre si incidió en las relaciones entre Uruguay y Brasil el hecho de que Luis Lacalle haya llevado a la asunción de Lula a dos expresidentes como Julio María Sanguinetti y el propio José Mujica en la delegación oficial, “Pepe” respondió afirmativamente.
“Pero recuerde que veinte días antes yo había estado en la campaña electoral junto a Lula, sobre una camioneta en el corazón de San Pablo. Porque me pidieron ellos. Tengo una vieja relación, pero por encima de eso (…) tengo muy claro cuál es el pensamiento de este Lula, es un hombre muy recontra maduro que ha pensado mucho, que hizo una alianza que nunca vi en el contexto de la historia de América Latina y estoy seguro que va a ser todo lo posible por unir lo más que pueda los intereses latinoamericanos”, explicó.
Mujica sostuvo que el mismo gesto de Lacalle para con los expresidentes en la ida a la asunción de Lula, es el mismo que tuvo él con Sanguinetti en el abrazo cuando dejó el senado o cuando entre ambos participaron como entrevistados de un libro que, además, será presentado en Argentina en breve.
“Son cosas que en sí no deciden nada, pero expresan un algo. Cada cual piensa lo que piensa, y de repente discutimos tres días y no nos entendemos, pero por lo menos hablamos y eso es el Uruguay”, agregó.
En cuanto al futuro del Mercosur, Mujica dijo que, pese a los defectos del bloque regional, “le vendimos 600 millones de dólares de energía eléctrica el año pasado a Brasil porque el FOCEM (Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur) es decir plata del Mercosur, nos permitió hacer en la frontera una bruta planta de reconversión y entonces pudimos explotar ese mercado y le vendemos al Estado de San Pablo más que a cualquier país europeo, poniendo a Francia, Inglaterra y Alemania”.
“Tenemos el dilema de Tarzán que va prendido de una liana y no la puede largar hasta que esté agarrado del otro y más vale tener las dos”, subrayó.
Respecto al tratado de libre comercio con China, Mujica sentenció: “difícil que el chancho chifle; puede salir un acuerdo global con el Mercosur ahora con Lula”.
En relación a la opinión del presidente Lacalle sobre la propuesta de crear una moneda común del Mercosur, la que calificó de “locura”, Mujica consideró que es “un imposible en este momento por la brutal asimetría de las economías”.
Sin embargo, expresó que sí es posible “negociar con las monedas que tenemos y colocar a los bancos centrales en el mecanismo de arbitraje, porque tenemos un tratado firmado hace muchos años, porque Brasil está haciendo eso con Paraguay, porque nosotros lo podemos hacer y está en el terreno de lo posible, ya que en todo caso las tasas inflacionarias que promedian y se calculan es un problema matemático”.
“Hablen con el presidente de la Cámara de Industria a ver qué piensa y les va a decir que esa sería la salvación para un montón de Pymes uruguayas que tienen trancado el comercio con Argentina”, apuntó.
Finalmente, Mujica destacó que el relacionamiento internacional no es un problema de izquierda, derecha o centro, sino de “conveniencia continental” y en ese sentido, remarcó que bajo un escenario donde los precios y las intermediaciones las realizan países y empresas de la economía central mundial, “para sacar mayor valor de la relación, tenemos que asumir políticas conjuntas, porque llegamos tarde a la hora del reparto y las decisiones”.
“Para suturar un poco esa debilidad, tenemos que hacer planteos como continente. ¿Por qué? Porque tenemos el 30% del agua dulce del mundo, porque tenemos el 30% de la tierra agrícola arable del mundo, porque somos reserva en varios frentes y tenemos que hacerlo valer en el mundo de hoy; nadie nos va a regalar la prosperidad. Hay que pelearla en barra y después en casa, entre nosotros, nos peleamos, pero ante el mundo hay que tener una posición, no diez”, concluyó.
Fuente: M24