La reunión entre el presidente Lula y el director general de Petrobras (PETR4), Jean Paul Prates, anunciada para este viernes (24), paró las calculadoras de las empresas de etanol.
Todavía reina la duda en el mercado sobre el retorno a partir del 1 de la recaudación de PIS/Cofins y Cide sobre combustibles, cuyo impacto más deletéreo es en el precio de las gasolinas, ayudando en la competitividad de las renovables de caña y maíz.

Pese a lo que parecía un “martillazo” al final de las exoneraciones, como indicó en los últimos días el equipo económico del ministro Fernando Haddad, ya no lo parece.

Con el reajuste tarifario del combustible competidor, el biocombustible acaba subiendo un poco más para atrapar al consumidor que intenta escapar.

Martinho Ono, director general de SCA Trading, en consulta diaria con agentes industriales y comerciantes intermediarios, no siente muchas expectativas. “Ya se habla de la prórroga a abril”, escuchó.

El peso de la inflación, considerando el alza de los precios de la gasolina, y del etanol hidratado, en el camino que debe tomar, hace temblar los cimientos de la decisión.

La gente del PT ya avisó.

También el momento de tragedia de las lluvias en el Litoral Norte de São Paulo no pasa desapercibido, porque transmitiría insensibilidad del gobierno.

Aunque, si bien, son bienvenidos los recursos que ingresarían a las arcas federales con el fin de la exención tributaria, inaugurada por Jair Bolsonaro en julio de 2022 y revalidada por Lula en el cargo, vigente hasta el próximo martes.

Por ahora, el mercado no está incluyendo esta factura de impuestos en los precios hidratados. La planta se reajustó al alza la semana pasada (1,88%, a R$ 2,6980), y debería repetirlo, como lo vienen haciendo las distribuidoras desde hace dos días, debido a algún aumento exponencial del consumo en pre y Carnaval.

Pero la liquidez sigue siendo limitada, sin mucho interés por parte de los agentes, hasta que Prates y Lula anuncien algo más definitivo.

Fuente: Money Times