La importación de lubricantes y combustibles subieron en más de 126% entre enero y noviembre de 2022, es decir de 1.798 millones de dólares a 4.071 millones, y para este 2023 sólo para compra de gasolina y diésel está presupuestado más de 1.000 millones.
La información que presenta el Instituto Boliviano de Comercio exterior (IBCE) muestra que el volumen se incrementó sólo en 26% en comparación al 2021, pero en valor la cifra se disparó hasta llegar a 126%.

Uno de los problemas que tiene el país es la provisión de gasolina y diésel, debido a la reducida producción de petróleo en el país, además la característica no ayuda mucho para la elaboración de carburantes.

Fuente: El Diario

Lea la noticia