comercialización de Energía Eléctrica, tiene como objetivo definir los criterios que se tendrán en cuenta para que el insumo pueda ser considerado bajo en carbono, impulsando el mercado global del producto y asegurando sus beneficios para la transición energética en el mundo.
El esfuerzo reúne a líderes del sector eléctrico en Australia, Canadá, España, Estados Unidos, Países Bajos, Israel, Italia y Reino Unido. La intención es, para 2024, brindar pautas que puedan ser utilizadas por las empresas que están comercializando hidrógeno y sus derivados en todos los continentes. Según Ricardo Gedra, gerente de Análisis e Información de Mercado de la CCEE, Brasil tiene potencial para convertirse en uno de los mayores exportadores de la materia prima y, por eso, necesita tener voz en el debate mundial sobre el tema.
Según él, Brasil ya es líder en la producción de energía renovable, un elemento clave para ayudar al planeta, especialmente a aquellos países con metas ambiciosas de descarbonización. Para él, intereses que seguramente atraerán nuevos negocios, generarán empleos e ingresos para la población, además de mantener al sector eléctrico como uno de los más sustentables, ahora serán defendidos a nivel internacional.
La iniciativa también será importante para el debate sobre la regulación del hidrógeno en Brasil, que se desarrolla en el Programa Nacional de Hidrógeno, liderado por el Ministerio de Minas y Energía. La participación del país en el ámbito global hará que las definiciones aquí establecidas se adhieran a lo que se practica en el mundo. Fue la propia Cámara la que propuso la creación del grupo de trabajo sobre hidrógeno en Cigré, la mayor comunidad mundial del sector, en septiembre. En la primera reunión de expertos, hubo una presentación de los implicados y un debate sobre el cronograma, el alcance de la iniciativa y las primeras actividades del grupo.
Fuente: Canal Energia