Ayer partieron desde Campana los primeros camiones con caños para las obras complementarias.
El Gobierno acelera el inicio de la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, la apuesta clave con la que busca empezar a sortear el laberinto que plantea la escasez de divisas. Ayer, partieron desde la ciudad bonaerense de Campana los primeros camiones con caños para dos obras complementarias al ducto principal.

La intención oficial, según ratificó este martes Sergio Massa, es que la primera etapa ya esté en funcionamiento antes de que comience el invierno de 2023 para evitar la dependencia de la energía importada y descomprimir las reservas.

El ministro de Economía afirmó que “si estuviese funcionando el gasoducto, este año hubiésemos ahorrado u$s4.900 millones” en importaciones de energía, durante el acto realizado por el inicio del traslado de caños. Massa estuvo acompañado por la secretaria de Energía, Flavia Royón, y el presidente de Enarsa, Agustín Gerez.

Los caños trasladados ayer formarán parte de las obras Mercedes-Cardales (que permitirá unir los sistemas de las transportadoras TGN y TGS) y Neuba II, complementarias del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) en su Etapa I, que unirá las localidades de Tratayén (Neuquén) y Salliqueló (Buenos Aires). Se trata de 7.444 tubos de 30 y 36 pulgadas que habían quedado sin uso al quedar paralizadas las ampliaciones de gasoductos troncales.

“Al poner en marcha la cadena de abastecimiento, con materiales ya disponibles que no habían sido utilizados, se aceleran los pasos con el objetivo de cumplir el cronograma que apunta a poner en funcionamiento el primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner para el próximo invierno”, afirmó la Secretaría de Energía en un comunicado. En ese sentido, Massa precisó: “El 20 de junio de 2023 tenemos que inaugurar el gasoducto para que en julio los argentinos no tengamos que depender de nadie”.

“Esto representa el primer paso hacia un cambio definitivo en la matriz energética y económica de la Argentina, porque significa avanzar para alcanzar el autoabastecimiento y la soberanía energética que beneficiará a nuestros hogares e industrias. Una vez terminado, pasaremos a ser exportadores de energía, transformando nuestros recursos en riquezas y vendiendo el trabajo argentino al mundo dejando de gastar en importaciones de hidrocarburos, los dólares que necesitamos para producir”, remarcó el ministro.

Previamente, Gerez afirmó que este gasoducto “va a marcar el rumbo de la Argentina para los próximos 25 años”, y remarcó: “Apuntamos a lograr nuestra soberanía energética”.

Por su parte, Royón aseguró que “la obra del gasoducto va a marcar el destino de la Argenti na, va a permitir desarrollar Vaca Muerta de manera exponencial”. Sobre ese punto, el gobierno nacional anunció días atrás la ampliación del Plan Gas 4 y el lanzamiento del Plan Gas 5.

El Plan Gas es un instrumento que ofrece contratos más largos a precios competitivos para incentivar la inversión y garantizar el llenado del GPNK. Cuando concluya su segunda etapa entre Salliqueló y San Jerónimo (Santa Fe) esta obra aumentará en un 25% la capacidad de los gasoductos troncales de nuestro país.

Fuente: Ámbito