La expectativa es que en la próxima década, la expansión de la matriz brasileña se centre principalmente en las fuentes solar, eólica y térmica (nuclear y gas natural)
El sector eléctrico brasileño está pasando por un proceso de modernización y su interacción con el sector del gas natural necesita ser incorporada en los estudios de planificación energética. Considerando también que el gas natural puede jugar un papel importante en el aumento de la seguridad energética debido a la estacionalidad de las energías renovables, siendo un combustible importante en la transición hacia una economía baja en carbono.

En el panel “Evolución del sector eléctrico: Cuál es el espacio del gas natural en la matriz eléctrica”, realizado este miércoles 28 de septiembre en Rio Oil & Gas, se discutió este escenario como telón de fondo y las perspectivas del natural gas en la generación térmica brasileña. La transición energética es el período intenso de cambio de combustibles fósiles a energías renovables. La expectativa es que en la próxima década, la expansión de la matriz eléctrica brasileña se centre principalmente en las fuentes solar, eólica y térmica (nuclear y gas natural).

Para Alexandre Uhlig, Director Ambiental, Social y de Sostenibilidad del Instituto Acende Brasil, los signos de inflexibilidad se pueden ver de las siguientes maneras: en la dificultad de equilibrar la oferta y la demanda; reducciones significativas en energía renovable; precios negativos de la energía y, por último, volatilidad de los precios.

La fuente hidroeléctrica deberá sufrir una reducción de alrededor del 10% al final de la década, que se complementará con otras fuentes renovables, señaló Erik Rego, director de Energía Eléctrica de la EPE. El Sistema Interconectado Nacional ha evolucionado considerablemente en los últimos años, con un aumento de la oferta de generación en las regiones Norte y Nordeste. Sin embargo, el mayor centro de carga del sistema sigue siendo la región Sudeste.

Para Emmanuel Delfosse, director general de EDF Norte Fluminense, la reducción en la importación de gas natural de Bolivia aumentó significativamente la dependencia de Brasil del GNL para acompañar el despacho de las centrales térmicas. “La producción de gas natural aumentará, con nuevos descubrimientos de reservas de gas que pueden complementar (si no superar) la reducida oferta y dependencia de Bolivia del GNL. El desarrollo de la infraestructura nacional de gas natural depende de una señal de planificación de hacia dónde queremos ir: Generación termoeléctrica flexible o generación termoeléctrica inflexible”, destacó.

“En la última década, la seguridad eléctrica y energética del sector eléctrico brasileño estuvo garantizada por la generación hidroeléctrica y, en tiempos de escasez, por las termoeléctricas. Por eso, las centrales térmicas de gas natural son una respuesta”, destacó Delfosse. La generación térmica juega un papel importante en el desarrollo del mercado del gas (40% del gas consumido en 2021) y de las infraestructuras de gas natural. Será necesario pensar en la integración en el mercado del gas y la energía de forma estructural para evitar el costo del arrepentimiento.

Fuente: Canal Energia