El conflicto que involucra al país ruso, uno de los mayores productores del mundo, ha desestabilizado el mercado de combustibles en todo el planeta y, cada vez más, las alternativas a las formas tradicionales de combustión -como la gasolina y el diésel- se ven como una necesidad.
En este escenario, el hidrógeno se ha mostrado como una solución prometedora: su quema no emite contaminantes y la autonomía es alta, del orden de los 600 km con repostaje -dependiendo del tamaño del depósito-.
Por otro lado, existen dos grandes inconvenientes que impiden la masificación de este tipo de vehículos: los costes de transporte y almacenaje. Es en este cuello de botella que el hidrógeno en polvo aparece como solución.
Edson Orikassa, director de la AEA (Asociación Brasileña de Ingeniería Automotriz) y de la Asociación Brasileña de Hidrógeno, explica que el transporte de gas debe realizarse en condiciones muy específicas, lo que encarece la logística.
“Sería en forma licuada, como el gas de cocina, pero habría que mantenerlo a muy baja temperatura, a -252ºC. La energía que se gasta para ello hace inviable el transporte en grandes volúmenes”, explica.
El almacenamiento, por otro lado, requiere tanques de alta presión, en el rango de 700 bar, que también es costoso y costoso.
“El hidrógeno sólido -conocido como polvo- utiliza la molécula con nitruro de boro para capturar los de hidrógeno, haciendo una trampa. El nitruro se aglutina al hidrógeno y, así, es posible transportarlo a temperatura ambiente”, dice Orikassa.
El estudio que encontró esta solución es del IFM (Institute for Advanced Materials at Deakin University) en Australia. Según Gerhard Ett, de la mentoría Hydrogen en SAE Brasil y profesor de la FEI, existen otras formas de almacenar y transportar gas en forma sólida, pero el nitruro de boro es un material más liviano, que permite comprimir hasta 1.100 m³ de gas en una sola gramo.
“Ahora el desafío es la reversibilidad. Es decir, separar el hidrógeno de la otra sustancia después del transporte. Esto tiene que suceder sin contaminación, de lo contrario ya no funciona. El hidrógeno alimentará el automóvil en estado gaseoso, será sólido. solo para logística, y hay que buscar una forma práctica de almacenarlo en un cilindro, por ejemplo”, explica Ett.
Ett explica que ya sabemos cómo hacer esto: calentar. Lo que se necesita ahora es encontrar formas prácticas que encajen en la logística diaria, ya que el combustible se transporta de diferentes maneras en todo el mundo.
Fuente: UOL Notícias