Los principales beneficiarios del Proyecto de Innovación para Sistemas Alimentarios Resilientes (Alianzas Rurales – PAR III) serán al menos 1.000 asociaciones comunitarias que buscarán reducir la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, tanto aguda como crónica, a través de inversiones a pequeña escala en infraestructura y servicios y mejora de la nutrición, insertando tecnología en la actividad agrícola y capacitación para gestionarla.
Asimismo, unas 1.270 organizaciones de productores rurales participarán de alianzas productivas que les permitirán participar en cadenas de valor con socios comerciales y proveedores de asistencia técnica para lograr un mejor y más equitativo acceso a mercados, tecnologías y competencias organizacionales. También, se ejecutarán alrededor de 290 subproyectos de infraestructura productiva complementaria.
“La elevada inflación en los precios de los alimentos y la energía, el impacto de la Covid-19 y el cambio climático están impactando a los hogares de productores rurales, llevando a más personas a la pobreza extrema y amenazando la lucha contra el hambre y la desnutrición a nivel global. Por ello, el Banco Mundial apoya en Bolivia, y en varios países de la región, la inversión en agricultura resiliente al cambio climático, el impulso a la producción sostenible de alimentos y la transformación de los sistemas alimentarios”, dijo Marianne Fay, directora para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú del Banco Mundial.
fuente: Los Tiempos
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