El mundo requiere de alimentos, y el uso y demanda de fertilizantes se ha incrementado, y a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania, la oferta disminuyó y el precio subió en el mercado internacional.
Bolivia aprovechó en parte el boom de los precios de la urea y la demanda generada por la escasez del fertilizante, pero no aprovechó al máximo ya que la planta de Urea y Amoniaco no operó en toda su capacidad, y recientemente ingresó en mantenimiento.
A pesar de que no puede usar toda su capacidad, y ante la caída de la producción de gas, el gobierno anuncia la construcción de una nueva.
Fuente: El Diario
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