Sólo en 2023, Bolivia comenzará a producir a nivel industrial carbonato de litio y aunque hay mercado potencial, analistas sugieren acelerar el proceso de transformación y alcanzar al menos la fabricación de cátodos y no sólo exportar materia prima.
Este es el producto base para la elaboración de baterías de litio y el año pasado se produjeron 990 toneladas y se obtuvieron 75 millones de bolivianos en ventas. Hasta abril se extrajeron 350 toneladas y las ventas sumaron 150 millones de bolivianos por los altos precios, informó hace una semana el viceministro del área, Álvaro Arnez.
En 2023, hasta el primer semestre se espera que comience a operar la Planta Industrial de Carbonato de Litio en Llipi, Potosí, con una capacidad de producción por año de 15.000 toneladas.
Fuente: Página Siete
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