En meses anteriores, las autoridades han priorizado ser prudentes en los ajustes y aplicaron aumentos porcentuales menores a los que correspondía por ese régimen, de tomar como referencia el precio que surgiera de importar los combustibles y no hacer en Uruguay el proceso de refinado.
Para la nafta Súper 95, que es la de mayor venta, el Precio de Paridad de Importación (PPI) -considerado a la salida de la planta de ANCAP- a fin de junio ascendió a $ 78,95, lo que al agregar los costos de distribución mayorista y de red de venta al público, llega a $ 89,22. Eso significa que si el gobierno quisiera dejar la tarifa en el equivalente al PPI (más costos de distribución), este tipo de nafta debería subir $ 8,34, o sea un 10,3% por encima del actual valor al público, que es $ 80,88.
En el caso del gasoil más común, que es el “50S”, su precio al público es de $ 64,99 el litro, mientras que el PPI (explanta) es de $ 65,95, lo que sumado al costo de distribución asciende a $ 76. En consecuencia, si el gobierno decidiera subir la tarifa hasta llegar al PPI más distribución, el precio del gasoil debiera aumentar 11 pesos, o sea casi 17%. El gobierno no ha indicado si ajustará la tarifa, si lo hará por un porcentaje menor al de referencia o si los dejará estable, lo que se espera comunicar este jueves.
Fuente: Subrayado