“Las distancias viales que se practican aquí son full plate para que invirtamos en nuevas tecnologías de carga pesada”, evalúa el presidente en entrevista con la agencia epbr.
Según él, la concentración del transporte en el modal carretero acentúa la necesidad del país de buscar alternativas de abastecimiento menos susceptibles al mercado internacional, como el diesel.
“Brasil carece de ferrocarriles. Por lo que la competitividad del hidrógeno en la movilidad hoy en día está mucho más enfocada al transporte pesado. Hoy se hace con diesel, con muchas peleas, muchas situaciones que son un reflejo de lo que está pasando afuera. El hidrógeno es muy competitivo por eso”, cree Bastos.
La empresa, propiedad del grupo alemán Linde, es una de las mayores productoras de hidrógeno gris de Brasil -a partir de gas natural- y ya tiene memorandos de entendimiento para la producción de hidrógeno verde, a partir de electrólisis con electricidad renovable, en Río de Janeiro. Janeiro, de Janeiro, Rio Grande do Sul y Ceará.
A principios de mes, White Martins anunció, junto con Toyota Brasil, el proyecto piloto para estudiar la viabilidad de un automóvil con pila de combustible de hidrógeno en Brasil.
Bastos también ve al hidrógeno verde como un reemplazo del diésel en camiones mineros pesados, dados los objetivos de la industria de reducir sus emisiones de carbono en las próximas décadas. Hoy, los camiones y tractores diesel representan casi el 50% de las emisiones de las actividades de las empresas mineras.
“En Brasil hay mucha minería. En camiones pesados, una batería [eléctrica] es completamente inaccesible, y seguir funcionando con diésel es muy poco competitivo”, dice el ejecutivo.
“Veo esta parte de la movilidad, especialmente la movilidad pesada e incluso el transporte por carretera, como un gran potencial en Brasil, no solo en el mediano plazo, con el atractivo de la sustentabilidad, sino ahora más que nunca con toda esta dificultad del diesel global”, agrega. .
Mercado internacional
En paralelo al mercado doméstico, el ejecutivo de White Martins también ve un gran potencial en la exportación de hidrógeno verde al mercado europeo. Por ahora, todos los protocolos firmados por la empresa están vinculados a regiones portuarias, como Pecém (CE), Açu (RJ) y Rio Grande (RS).
“Brasil tiene una particularidad de potencial exportador para Europa, una muy buena ubicación. Y más que eso, hay un mercado interno que también es importante, que da escala. Un mercado exterior representativo puede ser un importante punto de partida para nosotros”, explica Bastos.
Para él, el hidrógeno verde es una oportunidad para ampliar el negocio de White Martins y el grupo Linde, ya que los usos del H2V van más allá de los que actualmente se le dan al hidrógeno gris, muy utilizado como materia prima en las industrias siderúrgica, química y alimentaria. “Lo vemos como una plataforma para el crecimiento. Un potencial muy grande (…) El tema del hidrógeno como energía, entendemos que puede ser una plataforma de exportación. Nos importa mucho”.
Alemania, donde tiene su sede el grupo Linde, es uno de los mercados más esperados. El país, dentro de sus objetivos de descarbonización, pretende realizar una subasta, a fines de este año, para comprar hidrógeno verde de países donde la producción de la energía puede ser más barata, y Brasil es uno de ellos.
“Estamos dentro del país que está buscando liderazgo, que es el principal protagonista de toda esta revolución que se está dando. Confían en empresas alemanas para apoyar esta línea de negocio”.
El grupo Linde tiene una empresa conjunta con ITM Power, ITM Linde Electrolysis (ILE), que ya es uno de los principales proveedores mundiales de tecnologías de electrolizadores. El electrolizador es una parte fundamental en la fabricación de hidrógeno verde. Es a través de él que se separan las moléculas de agua (H₂O).
“Esto nos da una condición competitiva muy sólida para luchar en estos mercados más nuevos. Para el grupo Linde, el hidrógeno verde y el electrolizador no son desafíos. Ya están construyendo una planta de amoníaco, una planta de metanol”.
Poder inversor y formación de consorcios
“Tenemos capital, estamos dispuestos a invertir. Si hay veinte proyectos potenciales, querremos participar en los veinte. No tenemos restricciones de capital ni de tecnología”, dice el CEO.
Además de los proyectos en Brasil, aún por concluir, el grupo Linde también se asoció en consorcios con otras empresas para la producción de hidrógeno verde en Chile.
“Chile debe tener una veintena de proyectos en negociación hoy (…) Tiene un proyecto directo de energía, exportando metanol, tiene un proyecto de amoníaco, amoníaco líquido, hidrógeno líquido. Aquí en Brasil igual, hay varios proyectos, se están formando varios consorcios. La demanda es muy grande. Si algún día, para 2050, tenemos la intención de reemplazar toda la energía del carbón solo en Europa, no habrá puerto”.
Bastos explica que la producción de hidrógeno renovable involucra a varios agentes de la economía, lo que requiere la formación de consorcios.
“No estamos solos en ninguna de estas oportunidades (…) Tenemos las condiciones económicas para invertir en el electrolizador, vamos a ser parte del sistema. Alguien va a tener que traer una energía que sea limpia. Tal vez alguien tendrá que ser un operador total del consorcio, alguien tendrá que hacer el almacenamiento, la administración, la operacionalización del puerto. Así que tienes que armar este rompecabezas”.
El ejecutivo cree que este año la empresa debería formalizar la presentación de un proyecto de producción de hidrógeno verde a gran escala en Brasil.
“Podemos esperar el anuncio de alianzas en los próximos meses por parte de White Martins con otras empresas que ya han anunciado memorandos”, dice Bastos.
Fuente: Epbr