Sin embargo, reconoce que dado los saltos tecnológicos, es importante ir actualizando permanentemente la normativa y las políticas públicas para acompañar la gestión de los recursos naturales y la descarbonización.
Elizabeth Riva Álvarez Los avances y saltos tecnológicos y la maduración del sector energético demandan una normativa y políticas públicas actualizadas a los nuevos contextos, puesto que el cómo manejamos el cambio climático muchas veces no es sólo una cuestión de inversión sino también de gestión apropiada de los recursos naturales para contribuir a la descarbonización de los sistemas, en criterio de la representante para Bolivia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Julia Johannsen.

Bolivia goza de una buena institucionalidad energética que permite la ejecución de importantes proyectos para el desarrollo del país. “Consideramos que la normativa acompaña, que la institucionalidad acompaña, tenemos varios ejemplos de proyectos de ejecución exitosa, al menos en cuanto a los recursos externos que competen al BID”, afirmó la ejecutiva del organismo financiero.

En cuanto a la actualización de la normativa, este organismo internacional se presenta como un “socio estratégico” en el apoyo a Bolivia y a todos los países de América Latina y el Caribe, para brindar asistencia técnica, asesoría y acompañamiento a sus socios y encarar esa tarea. “Los países, los ministerios, las unidades ejecutoras de los proyectos y por último los hacedores de políticas públicas, se benefician no solamente con recursos sino también del apoyo técnico que brindamos”, aseguró.

Julia Johannsen enfatizó que una relación de respeto mutuo con sus socios permite al BID apoyar esfuerzos para modernizar normativas y llevar adelante la institucionalidad de los países.

Fuente: Energía Bolivia

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