YPFB implementa planes exploratorios y de sustitución de importaciones que son considerados por analistas como paliativos e insuficientes para enfrentar la problemática estructural del sector hidrocarburífero
“Bolivia se nos muere...si tiene que importar por los próximos 30 años toda la gasolina y diésel que necesita”, afirmó el exministro de Hidrocaburos Álvaro Ríos sobre la persistente reducción de la producción nacional de líquidos; el constante incremento de las importaciones de combustibles, que luego se venden a precio subvencionado; y las medidas implementadas por el Gobierno para enfrentar esta situación.

Esta posición es compartida por otros expertos que para revertir estas tendencias ven necesaria una reforma estructural con base en una nueva ley de hidrocarburos que modifique el régimen fiscal para el sector y que permita acciones urgentes para mantener el abastecimiento de combustibles.

El Instituto Nacional de Estadística reportó que la obtención de petróleo condensado (que se extrae del gas) alcanzó su mejor momento en 2015, cuando se logró extraer 18,43 millones de barriles, tras lo cual se inició una caída sostenida que llegó a 11,43 millones de barriles en 2021, una cifra por debajo de los 15,41 millones que se registraron en 2015, antes de la nacionalización. Así, la disminución es del 39% en los últimos siete años.

Fuente: El Deber

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