El Reino Unido, por ejemplo, anunció que prohibiría la venta de automóviles nuevos que funcionaban solamente con combustibles fósiles en el año 2030.
El Reino Unido anunció que pretende incrementar cuatro veces más la producción de energía eólica, y ofrecer un incentivo mayor para los coches eléctricos. La buena noticia es que los británicos están también impulsando tecnologías de energía de hidrógeno.
El Reino Unido está entre los países líderes que apoyan la investigación y desarrollo de tecnologías para capturar y almacenar las emisiones contaminantes. El Reino Unido será el primer país del G7 en implementar dicha iniciativa la cual se llevará a cabo por medio de inyección de capital en las estaciones de recargas eléctricas, así como en subsidios gubernamentales para que dichos vehículos sean más económicos para la sociedad.
Otro país de muy alto desarrollo eléctrico es Noruega. Ahí tiene la mayor cantidad de vehículos eléctricos por cincuenta mil habitantes en el mundo. Por otro lado, tienen una producción limpia que los ha ayudado a sacar ventaja sobre otros lugares.
En nuestro país durante años se habló de la necesidad de implementar a través de ley una reforma energética para establecer una reducción al cambio climático. Entre otros, el CENACE (Centro Nacional de Energía) señaló que México utilizaba el 24% de energías limpias en 2020, y para 2024 tenía que ser 35% y analistas consideran que muy difícilmente se cumplirá la meta para el 2024.
Todo el mundo está dedicando sus fuerzas para reducir los efectos del calentamiento global y a moverse hacia las energías limpias. México debería aprovechar este momento para ser parte de este movimiento y así colocarse como líder en América Latina. ¿Por qué tenemos que esperar que otros países determinen el destino de los avances tecnológicos en generación eléctrica sustentable? Mejor comenzamos nosotros mismos ahora para prepararnos ante esta “transformación” que se ve.
Lissely Ancira
Fuente: El Financiero