La Argentina sumará otras 13 importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) a su plan de provisión de energía en el invierno, con un costo cercano a los 800 millones de dólares, anticiparon tres fuentes del mercado a El Cronista. Al cierre de esta edición, Energía Argentina (Enarsa) estaba por concretar la adjudicación.
Con esto, el país ya dispone de 31 cargos de LNG (sigla en inglés del gas licuado), por el que saldrán de las reservas internacionales del Banco Central (BCRA) unos u$s 2300 millones, a falta de otras licitaciones para las importaciones de gas de agosto y septiembre. Como referencia, en todo 2021 hubo importaciones de 56 buques con GNL a un promedio de u$s 8,33 por millón de BTU y un costo total de u$s 1100 millones.

El precio promedio del tender 4 de LNG es de 25 dólares por millón de BTU, con una banda de entre u$s 23 y uSs 26. “Fueron un 20% más convenientes que en la última ocasión”, comentaron a este diario, dado que en el medio cayeron los precios internacionales de referencia (TTF en Europa).

La licitación fue exclusiva para la llegada de cargamentos a los puertos de Buenos Aires durante julio; 9 barcos descargarán en la terminal de licuefacción Expedient, situado en Escobar, y otros 4 buques al Exemplar, de Bahía Blanca. Ambas terminales flotantes (floating storage regasification unit, FSRU) pertenecen a la empresa estadounidense Excelerate Energy y recibirán los cargos entre el 5 y el 29 de julio.

Los proveedores que presentaron ofertas fueron los traders internacionales Gazprom, Naturgy, BP, Petrochina, Shell, Cheniere, Trafigura, Vitol y Total Energies. Desde mediados del año pasado los precios del gas licuado se dispararon por el rebote de la economía mundial y problemas logísticos con la demanda china.

La invasión de Rusia a Ucrania y la persistencia de la guerra, que ya lleva tres meses, disparó aún más los valores hasta los u$s 40 por millón de BTU, casi el quíntuple que el promedio de hace un año atrás. Por esos motivos en el Gobierno decidieron particionar las compras de GNL en vez de licitarlas todas juntas, lo que hoy, con el resultado puesto, genera satisfacción en algunos despachos oficiales. No obstante, consultores y empresas privadas cuestionaron la estrategia, por la incertidumbre sobre el abastecimiento invernal. Las lluvias de los últimos meses en Brasil vienen ayudando a importar energía hidroeléctrica y sustituir necesidades de gas natural licuado.

El BCRA transfiere los dólares a las cuentas en el exterior de los dueños de los barcos que traen los cargamentos. Hasta que no se acreditan las divisas afuera, las empresas le dan la orden a sus capitanes de quedarse navegando en el Río de la Plata y no descargar el gas licuado.

De esta forma, la Argentina está obligada a pagar este segmento de la provisión de energía por anticipado y en moneda extranjera para no quedarse sin gas durante los meses fríos, que son los momentos de mayor demanda de los hogares, las centrales eléctricas y la industria.

Las compras de energía generan una sangría en el Banco Central, que ya antes de la temporada alta de importaciones de gas está complicado para acumular dólares y cumplir con la meta de reservas comprometida con el Fondo Monetario Internacional (FMI), de u$s 5800 millones en 2022.

El mercado especula que los altos precios de las commodities agropecuarias no alcanzarán para suplir el costo de la energía.

Fuente: Cronista