El resultado indica una rentabilidad sobre patrimonio (ROE) que fue de 13,65%, uno de los mayores niveles de los últimos años. Ese ratio había sido de apenas 2,42% durante el ejercicio de 2020. Las utilidades millonarias se explican en un 80% por las exportaciones de energía a Brasil que tuvieron un año récord. También se registró un incremento de la demanda interna que estuvo en el orden de 3%.
La comercialización al exterior se dio de manera ininterrumpida desde enero, pero cobró fuerza especialmente a partir de julio, cuando Brasil vio acentuado el déficit hídrico que azotó al sur de su territorio y que golpeó a la generación de sus represas hidroeléctricas.
El crecimiento de las ventas externas de energía también se reflejó en el costo de abastecimiento de la demanda (CAD) que ascendió a US$ 776 millones. De esa cifra, US$ 308 millones correspondieron a gasto en combustibles. Hubo US$ 133 millones (43%) de ese combustible que fue para generación de exportación, y los restantes US$ 175 millones (57%) para cubrir la demanda interna. El 34% de la energía exportada fue de origen térmico y el 66% fue de origen renovable.
“La situación hidrológica de las cuencas del río Uruguay y río Negro a lo largo de 2021 fue evolucionando desde normal/Niña débil a principio de año, trascurriendo por situaciones normales moderadamente húmedas a mitad de año, hasta consolidarse una seca extrema en ambas cuencas sobre fin de año”, relató Emaldi
Por su parte, la caja de la empresa terminó el año con US$ 316 millones. El año pasado UTE realizó transferencias a rentas generales por US$ 70 millones, y en febrero de 2022 transfirió otros US$ 116 millones a cuenta del último ejercicio, según lo había solicitado en noviembre la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).
Fuente: El Observador