La encuesta muestra que la configuración de la nueva generación en Brasil modificó los intercambios entre estados y regiones, proporcionando una mayor diversidad de soluciones de suministro. El Nordeste tuvo un déficit de generación del 21% en 2000, del 3% en 2019 y superó el 12% en 2020, donde superó la demanda total.
Durante 22 años, seis estados tuvieron exportaciones netas de energía, indicador que subió a 14 en 2020. Esta nueva configuración requirió, sin embargo, una fuerte expansión de las líneas de transmisión, duplicándose de 2000 a 2020.
Actualmente, la tendencia es que protagonicen las matrices regionales de generación, menos concentradas y más diversificadas por fuentes. En el siglo pasado, la expansión hidroeléctrica se dio principalmente en los mayores centros de carga de las regiones Sudeste y Sur. Esas dos regiones respondían por casi el 70% de la generación hidráulica de Brasil a fines de 2000, con el indicador cayendo ya al 48%.
Fuente: Agência CanalEnergia