En los últimos años las Reservas Internacionales cayeron a menos de 5.000 millones de dólares, cuando en 2014 la cifra llegó a 15.123 millones.
Ante la situación económica que vive el país con una falta de liquidez, la modificación del tipo de cambio del boliviano con relación al dólar sería una opción; pero esto no es oportuno y no depende tanto del Gobierno sino de la gente, ya que la baja de las reservas internacionales deja sin espacio a las autoridades nacionales, para tomar esta determinación, según opinión de economistas.

Bolivia ya va por el onceavo año de un tipo de cambio congelado. El 2011 empezó a través de una norma, y se fijó para la compra de un dólar a 6,96 bolivianos. Al principio la política apuntaba a estabilizar la economía nacional y no depender de la volatibilidad de la moneda extranjera, pero a lo largo de los años la situación cambió y volvió a la producción nacional menos competitiva en el mercado internacional.

Entre el 2004 y 2006 el tipo de cambio estaba en ocho bolivianos por un dólar, y entre el 2007 hasta el 2010 bajó a 7 bolivianos por moneda extranjera, pero a partir del 2011 se congela en 6,96 bolivianos.

Para el analista económico Gabriel Espinoza modificar el tipo de cambio no traería soluciones, más bien podría generar problemas, y sostiene que a estas alturas los cambios ya no depende del gobierno sino de la gente.

Fuente: El Diario

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