A octubre de la presente gestión la importación de combustibles y aceites se incrementaron en 147 %, es decir de 605,4 millones de dólares en 2020 a 1.492,5 millones en 2021, y el volumen también subió en 101 %, en similar período, de acuerdo con datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
De acuerdo a datos del IBCE, la importación de combustibles y lubricantes en 2020 alcanzó a 605,4 millones, pero obedeció más a la paralización de la actividad económica, debido a las cuarentenas rígidas aplicadas. Medios locales y nacionales informaron que del 100 % del presupuesto de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), alrededor de 60 % se destinará a la importación de combustibles.

Bolivia se convirtió en los últimos tiempos en un importador de diésel y gasolina; solo el 2019 gastó en la compra de combustibles 1.500 millones de dólares y hasta octubre de la presente gestión la cifra pasa los 1.100 millones, según declaraba, el pasado 8 de diciembre, el gerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez. El país se convirtió en un fuerte importador de diésel y gasolina, y el 2019 la compra de combustibles casi llegó a los 1.500 millones de dólares, 900 millones y 500 millones, respectivamente, informó.

A octubre, la compra de diésel llegó a 800 millones de dólares y en gasolina alcanzó a 356 millones, por ello es importante la política de sustitución de importación de combustibles por biocombustibles, señaló Rodríguez.

Fuente: El Diario

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